Día 1.
Soy una trusa talla XL, color amarillo claro, de algodón puro.
Hoy estaba sobre mi módulo, como los últimos días, viendo pasar a las personas del supermercado, mirándome a mí y a mis compañeros, como si de mascotas nos tratáramos, examinándonos minuciosamente. Se acercó una mujer regordeta, cálculo que de unos 26 años. Me tomó, me olfateó con su nariz peluda, y me metió a su carrito de compras.
Hoy estaba sobre mi módulo, como los últimos días, viendo pasar a las personas del supermercado, mirándome a mí y a mis compañeros, como si de mascotas nos tratáramos, examinándonos minuciosamente. Se acercó una mujer regordeta, cálculo que de unos 26 años. Me tomó, me olfateó con su nariz peluda, y me metió a su carrito de compras.
Día 3.
Al parecer a la mujer (cuyo nombre resultó ser Gordencia) le da pena utilizarme. Estoy a salvo por el momento.
Día 6.
La lavadora se malogró hoy al final del día. Sólo hay dos trusas disponibles: Yo y la que Gordencia tiene encima. Al parecer el día de mañana tendré una larga jornada. No quiero saber lo que me tocará vivir...
Continuará...